Nacido en la Ciudad de Buenos Aires, doctorado en filosofía en la UBA , especializado en filosofía política y profesor en las Universidades de San Andrés y de Buenos Aires, José Luis Galimidi nos presenta en estas páginas temas de interés general con un mirada conceptual pero sin jerga.-
Muchos jóvenes, como posmodernos discípulos del viejo doctor Fausto, se sienten desengañados del poder del conocimiento antes de haberlo experimentado. Educar es, básicamente, creer y prometer. En el aula, en el taller, en el estudio o en el gimnasio, además de transmitir conocimientos y técnicas, se consolidan valores y se constituyen identidades
"Las tragedias siempre son públicas porque nos igualan a todos en la conciencia de nuestra fragilidad." El autor se refiere al incendio de la discoteca República Gromañón , ocurrido en Buenos Aires la noche del 30 de diciembre de 2004, que causó la muerte de 194 personas, en su mayoría jóvenes y lesiones y tramuas a cientos más
En el juego se experimenta una plenitud única que nos hace comprender que lo verdaderamente serio es enemigo mortal de lo tedioso. El juego tiene la virtud de instituir un tiempo y un espacio autónomos, y exige la observancia estricta de normas, convenciones y códigos que establecen la igual dignidad de todos los participantes.
La legitimidad es la relación de correspondencia que se establece entre la intimidad de los juicios de la conciencia y la exterioridad objetiva de las prácticas y de las instituciones. Los órdenes sociales, políticos o económicos, los sistemas de credibilidad científica, religiosa o artística, son más o menos legítimos (y, por tanto, más o menos estables y previsibles) en la medida en que una masa crítica de sus integrantes considera que el modo vigente en que se distribuyen bienes, cargas, prestigios, sanciones, etc., es suficientemente afín a lo que ellos, en el interior de sus respectivas conciencias, consideran que es justo, noble, útil, santo, verdadero o bello.
Pienso, siento, con toda intensidad, que la verdad nos constituye; o, mejor, que nuestra existencia, en gran medida, está determinada por la relaciones que intentamos, que esquivamos, que logramos y que no logramos establecer con la verdad. Es un tema inabarcable, pero tendría que poder ser comentado con un poco de honestidad y sencillez.
El planteo teórico de Thomas Hobbes apunta al núcleo conceptual de la estatalidad moderna. En este planteo se puede, entiendo que sin forzar el significado de la teoría, establecer una cadena conceptual rigurosa entre, de un lado, la autoridad soberana y, del otro, la violencia y la exclusión. Este planteo delsiglo XVII continúa vigente en el siglo XXI, aunque más no sea por la negativa, y ofrece una perspectiva lúcida para comprender aspectos importantes de nuestra situación presente: una dimensión político-estataldeficitaria involucra desbordes análogamente disvaliosos de violencia y de exclusión