Muchos jóvenes, como posmodernos discípulos del viejo doctor Fausto, se sienten desengañados del poder del conocimiento antes de haberlo experimentado. Educar es, básicamente, creer y prometer. En el aula, en el taller, en el estudio o en el gimnasio, además de transmitir conocimientos y técnicas, se consolidan valores y se constituyen identidades